Ya hemos comentado que la obesidad en gatos es un problema cada vez más frecuente entre las mascotas de las ciudades. La causa es muy obvia y sencilla: le estamos dando a nuestros gatos más calorías de las que utilizan en su vida diaria y este exceso lo aprovechamos para formar reservas de grasa en su organismo. En América del Norte, la obesidad en gatos es la enfermedad prevenible más común y es una de las más comunes en general. Casi el 60% de los gatos domésticos tienen sobrepeso.
¿Qué es la obesidad en los gatos?
Un gato se considera sobrepeso cuando pesa entre 10 y 20 % más que su peso corporal ideal, y obeso cuando su exceso de grasa supera el 20 %. Hasta el 63% de los gatos en los países desarrollados sufren de obesidad felina, una enfermedad muy común. El sobrepeso de su mascota presenta riesgos significativos para su salud, como un sistema inmunológico debilitado, trastornos endocrinos y metabólicos, enfermedades cardiovasculares y artritis. Los gatos obesos son más propensos a desarrollar obesidad si son castrados, viven solo en interiores o viven principalmente en interiores. Las estrategias de dieta y alimentación son cruciales para el manejo del peso.
Síntomas de obesidad en gatos
Además del aumento de peso visible, los síntomas de la obesidad incluyen:
- Dificultad para saltar o subir escaleras.
- Sentarse o acostarse más y mostrar falta de voluntad para levantarse y moverse.
- Pérdida de una cintura visible.
- Incapacidad de los padres de una mascota para sentir las costillas o los huesos de la cadera.
- Mirando hacia abajo desde arriba, la espalda de su gato parece plana y/o el perfil del gato parece rectangular.
- Abrigo de pelo sucio, desordenado y descuidado.
- El cuello sigue apretándose
- Deposiciones menos frecuentes y/o más expulsión de gases.
¿Cuáles son las causas de la obesidad en los gatos?
Las razones de la obesidad en los gatos se pueden dividir en dos categorías: factores específicos del animal y factores específicos de la dieta.
Factores específicos de los animales
- Edad: los gatos de mediana edad, de 8 a 12 años, tienen más probabilidades de tener sobrepeso que los gatos más jóvenes o mayores.
- Castrados: Los gatos castrados, machos y hembras, tienden a tener un apetito más fuerte que los gatos no castrados.
- Medio ambiente: Los gatos de interior o los gatos con acceso restringido al exterior suelen tener sobrepeso debido a una mayor inactividad y menos oportunidades de hacer ejercicio para quemar calorías.
- Condiciones de salud subyacentes: Las alergias alimentarias pueden hacer que seleccionar el mejor tipo de alimento para controlar el peso sea un desafío. Las molestias en las articulaciones y la artritis pueden reducir la movilidad y, por tanto, el uso de energía, aumentando el riesgo de aumento de peso.
Factores específicos de la dieta
- Tipo de dieta: Alimentar con una dieta compuesta principalmente de alimentos secos tiende a promover el aumento de peso en los gatos más que una dieta que consista exclusiva o principalmente en alimentos enlatados.
- Medición inexacta de los alimentos: Es fundamental ser consistente con los alimentos, usar una cuchara con una medida conocida (por ejemplo, una taza de 1⁄4 de taza en lugar de un vaso de plástico) y usar un tazón que sea apropiado para los alimentos medidos. ofertado. Sin estas herramientas, es más probable que un gato se sobrealimente.
- Consumo rápido de comida: Si tu mascota come demasiado rápido, esto puede provocar aburrimiento, llanto y súplica, lo que resulta en alimentar a tu gato con más comida fuera de horario para mantenerlo entretenido y tranquilo.
- Prácticas de alimentación indulgentes: Darle una o dos comidas abundantes al día puede aumentar el riesgo de obesidad y mendicidad en su gato en comparación con utilizar la alimentación de libre elección o alimentarlo con comidas pequeñas y frecuentes.
- Exceso de golosinas: las golosinas tienden a tener más grasas y calorías que la dieta habitual de un gato, por lo que ofrecer demasiadas golosinas a lo largo del día aumenta rápidamente el total de calorías ofrecidas y puede crear una dieta nutricionalmente desequilibrada.
¿Cuáles son los riesgos que plantea la obesidad?
La obesidad reduce la duración de vida de un gato y aumenta la probabilidad de desarrollar enfermedades. La esperanza de vida de un gato disminuye incluso con un sobrepeso moderado. Los gatos obesos (de 8 a 12 años) tienen 2,8 veces más probabilidades de morir en comparación con los gatos delgados. En un estudio completo de toda la vida de perros labradores, se descubrió que un grupo de perros con sobrepeso moderado tenía una esperanza de vida casi dos años menor que sus homólogos lineales. Esta es una estadística intrigante porque se sabe que los perros pesados viven menos que los perros delgados, pero solo entre 6 y 12 meses.
La grasa solía considerarse un tejido inactivo que solo almacenaba calorías y aumentaba la masa corporal. Ahora hay pruebas científicas que demuestran que el tejido graso es biológicamente activo. Secreta hormonas inflamatorias y produce estrés oxidativo en los tejidos del cuerpo, lo que contribuye a muchas enfermedades y reduce la calidad de vida. El nuevo enfoque es tratar la obesidad como una enfermedad inflamatoria crónica de bajo nivel. Los gatos con sobrepeso tienen más probabilidades de experimentar los siguientes problemas:
- Cáncer
- Diabetes mellitus
- Enfermedad cardíaca e hipertensión.
- Osteoartritis y degeneración más rápida de las articulaciones afectadas.
- Cálculos en la vejiga urinaria
- Complicaciones anestésicas
Los gatos obesos que dejan de comer corren un riesgo significativo de desarrollar una enfermedad hepática potencialmente mortal llamada lipidosis hepática. Otras posibles complicaciones de la obesidad en los gatos incluyen problemas de piel y pelaje y dificultad para combatir enfermedades infecciosas.
¿Cómo diagnostican los veterinarios la obesidad en los gatos?
Los veterinarios evaluan el peso corporal y una tabla de puntuación de condición corporal para diagnosticar obesidad en los gatos. Todos los gráficos utilizan técnicas de evaluación comparables e incluyen consejos sobre cómo mirar y sentir lugares particulares de un gato. La razón por la que el peso corporal por sí solo no puede usarse para diagnosticar la obesidad es porque dos gatos con el mismo peso pueden tener cantidades muy diferentes de grasa en su esqueleto. Para determinar si su gato es obeso, su veterinario utilizará evaluaciones visuales y táctiles.
Las evaluaciones visuales se realizan para determinar la claridad de la imagen de las costillas y los huesos de la cadera. Examinarán la cintura y los depósitos de grasa debajo del abdomen. Los veterinarios también usarán las palmas de las manos para palpar los huesos de las costillas. Si un gato tiene obesidad severa, será difícil sentir las costillas debajo de una gruesa capa de grasa; también habrá almohadillas de grasa en la columna y los huesos de la cadera, y el vientre parecerá distendido sin la cintura.
Los veterinarios pueden diagnosticar otras afecciones relacionadas con la obesidad mediante un examen físico o análisis de sangre. Estos hallazgos pueden incluir molestias en las articulaciones al manipular las caderas o rodillas de su gato; presión arterial alta que muestra una enfermedad cardiovascular subyacente; o niveles altos de glucosa en sangre sospechosos de diabetes. Es importante permitir que su veterinario realice un examen exhaustivo y análisis de sangre si es necesario para desarrollar una estrategia de manejo adecuada y segura para lograr la pérdida de peso.
Tratamiento de la obesidad en gatos
También es crucial que proporcione a su veterinario una descripción completa del entorno de su gato y la comida que le está siendo dada, incluidos todos los tipos de comida, cantidades (medidas por peso o cucharadas) y horarios de alimentación, para que pueda diseñar un plan de pérdida de peso adecuado. se puede crear. Su veterinario primero calculará un objetivo apropiado de calorías administradas por día para promover la pérdida de peso según la salud de su gato, y luego colaborará con usted para implementar una variedad de enfoques para abordar la obesidad de su gato:
- Alimentos con restricción de calorías: la mayoría de las veces se recomendará un alimento con control de calorías para promover la pérdida de peso pero mantener la masa muscular magra. Generalmente se recomiendan dietas bajas en carbohidratos y grasas con alto contenido de proteínas y fibra insoluble para promover la sensación de saciedad.
- Dieta seca o enlatada: Puede ser necesario cambiar de una dieta seca a una enlatada para lograr mejor los objetivos nutricionales. Recuerde nunca dejar alimentos húmedos a temperatura ambiente durante más de 2 a 4 horas para evitar el crecimiento bacteriano. Además, es importante lavar bien estos platos con agua tibia y jabón entre comidas.
- Dietas veterinarias recetadas: Las dietas veterinarias recetadas de “control metabólico” pueden ayudar aún más a promover la pérdida de peso porque estas dietas tienen como objetivo inducir la cetosis, donde el cuerpo quema grasa para obtener energía en lugar de glucosa de los carbohidratos, en lugar de una reducción total en la ingesta de calorías.
Recuerde que si va a cambiar el tipo de alimento de su gato, es importante realizar una transición lenta a la nueva dieta durante 7 a 10 días para evitar molestias gastrointestinales. Es posible que también desees discutir estrategias de alimentación con tu veterinario para ayudar a que el plan sea exitoso. Los puntos de conversación pueden incluir:
- Selección del tazón: Alimente en un tazón apropiado del tamaño de un gato que parezca lleno o casi lleno cuando se agrega comida. Considere los comederos tipo rompecabezas para aquellos gatos a los que se les debe animar a reducir la velocidad al comer.
- Alimentación programada versus libre elección: hable con su veterinario sobre qué estrategia de alimentación podría funcionar mejor para su estilo de vida.
Cuando se trata de golosinas, conversa con tu veterinario sobre la importancia de las golosinas en la relación con tu gato. Si su parte favorita del día es ofrecerle a su gato un refrigerio antes de acostarse, es importante para su vínculo mantener esa tradición.